Para el autor, el objetivo principal de la implantación de equipos de trabajo no es el conocimiento adquirido por quienes los integran, sino un mejor desempeño en las funciones delegadas, reflejado en el rendimiento de la actividad desplegada, en la efectividad de los procesos y en resultados evidentes, los niveles de cualquier organización deben saber cómo hacer de su equipo de trabajo una herramienta óptima, mediante las rutinas diarias que implican las diferentes labores.