Una nueva encuesta de 6040 personas en edad de votar realizada en siete áreas metropolitanas de América Latina revela que la desconfianza política e interpersonal, la aversión al riesgo y la impaciencia son fuertes predictores de las preferencias de los votantes respecto de la asignación del gasto público. Los encuestados con una desconfianza o impaciencia mayor tienen más probabilidades de elegir las transferencias en lugar de los bienes públicos; los encuestados más impacientes también tienen más probabilidades de pronunciarse a favor del gasto corriente en lugar de la inversión pública.