El artículo propone un análisis de las políticas públicas como herramienta de gobierno que facilite la articulación de intereses de diversos grupos que demandan la resolución de una misma problemática. Sostiene que la participación ciudadana en las políticas públicas permite el acceso de los ciudadanos al control de las acciones estatales a través de una mayor fiscalización del destino de los recursos nacionales, el aumento de la transparencia, eficiencia y efectividad de las agendas de gobierno, el fortalecimiento de los espacios de comunicación y retroalimentación entre el Estado y la Sociedad civil, y la transformación de diversos grupos sociales en protagonista de su propia realidad.