Este documento analiza las opciones de política para gestionar los impactos en el empleo de la crisis del COVID-19. La fase inicial, en la que predomina la emergencia sanitaria, la atención se centra en salvar vidas, prestando apoyo para que puedan hacer frente a la crisis y para que las empresas se mantengan a flote; la fase de reestructuración, en la que los países pasan a aplicar políticas que preparan el terreno para una recuperación resiliente mediante políticas más específicas que equilibran la necesidad de un apoyo gubernamental continuo con la necesidad de adaptarse a los cambios estructurales creados por la crisis.