Bibliografía: p. 240-242
En América Latina, y por dictamen de organismos transnacionales como el FMI, el Banco Mundial y la OCDE, observamos una oleada de (contra) reformas educativas orientadas a la homogeneización de los currículos en función de las pruebas internacionales de medición de habilidades; nuevas y sutiles formas de privatización y mercantilización de la educación, que avanzan en introducir lógicas de gerenciamiento en los espacios educativos; preocupantes discursos que amparados en las “neurociencias” y la “educación emocional” refieren a estudiantes sin contextos, cuerpos ni culturas; y por supuesto, al preocupante discurso del “rezago escolar” como principal preocupación de los sistemas educativos en el período post-pandémico.